Puchero
Paloma y Marco, una castellana y un italiano que, no tienen claro aún si el café les encontró a ellos o fue del revés. Lo que sí tienen 100% seguro es que su historia huele a café, pero no a cualquier café, sino que a un café de especialidad.
Pero Hornillos de Eresma no sólo huele a café del bueno, sino que también a cacao. Tres años después de sacar su primer café, deciden crear una línea de chocolates con semillas de cacao procedente de diferentes partes del globo como Etiopía, Laos, Colombia, Ecuador... donde los pequeños productores de cacao y café se encargan de recolectar y secar las semillas para posteriormente ser tostadas por Puchero.
Verdaderas delicatessen que no podían faltar en nuestras estanterías.