Liquides Imaginaires: Dom Rosa Perfume
130.00 €
Dom Rosa de Liquides Imaginaires es como brindar con un champán rosado bajo la luz dorada de la tarde, cuando todo parece posible y un poco más bonito.
Una rosa que se sumerge en burbujas, en pomelo fresco y en la calidez de las maderas. Una fragancia que baila entre lo romántico y lo chispeante, entre la dulzura y la profundidad.
Inspirado en los viñedos, en las rosas que los custodian y en el alma efervescente del vino que nace de ellos, este perfume no huele a champán, pero te hace sentir como si lo estuvieras celebrando.
¿A qué huele?
Salida: champán, pomelo y pera. Como un primer sorbo frío, delicadamente ácido y con esa efervescencia alegre que hace cosquillas.
Corazón: rosa de Damasco, clavo y olíbano. Una rosa chispeante, luminosa, que no abruma. El clavo la arropa sin oscurecerla y el incienso la hace un poco más misteriosa.
Fondo: cedro, vetiver, madera de gaiac. Una base serena, elegante y envolvente, que equilibra todo lo anterior y le da carácter.
Familia: floral afrutada.
Este producto no admite cambios ni devoluciones.
Esta es una foto de Etat Libre d'Orange.
Frasco de 50ml o de 100ml (precioso, por cierto) inspirado en las ánforas antiguas que guardaban lo más sagrado.
Aplícalo en cuello, muñecas, detrás de las orejas... o donde quieras sentirte sofisticada, encantadora y un poco irresistible.
Este producto no admite cambios ni devoluciones.
Dom Rosa no es una fragancia de rosas cualquiera. Es una rosa celebrada, efervescente, con esa nota de burbujas que eleva el ánimo sin esfuerzo.
Ideal para una cita, una noche especial o para cuando simplemente quieras sentir que el mundo es un poquito más bello a tu alrededor.
Alcohol denat, fragrance (parfum), water (aqua), benzyl salicylate, d—limonene
farnesol, alpha—isomethyl ionone, linalool, geraniol, benzyl alcohol, citronellol, benzyl benzoate, isoeugenol.
Liquides Imaginaires es el lugar donde los perfumes no solo huelen… cuentan cosas. Hay perfumes que te gustan. Hay perfumes que te representan.
Y luego están los de Liquides Imaginaires: perfumes que te transportan, te transforman, y te cuentan una historia distinta cada vez que los llevas.
Esta casa francesa no nació para seguir modas, sino para volver al principio de todo: al origen sagrado del perfume. A ese momento mágico donde el humo subía al cielo en forma de ofrenda, y los aromas eran puentes entre el cuerpo y el alma. Philippe di Méo, su creador, no es solo un perfumista. Es un narrador de mundos invisibles. Antes de nacer un perfume, nace una historia. Una emoción. Un mito. Y sobre eso se construye todo lo demás.
Sus frascos, por ejemplo, no son simples frascos: son pequeñas ánforas contemporáneas inspiradas en las que usaban los egipcios para guardar sus elixires más sagrados. La tapa es una promesa de viaje, un talismán, un guiño al pasado y una invitación al misterio.
Y sus perfumes… ay, sus perfumes. Son intensos, llenos de matices y contrastes. Como el amor. Como la vida. Están divididos en trilogías —porque nada aquí es al azar— y cada una tiene su propio universo: lo sagrado, lo carnal, lo onírico, lo que no se ve pero se siente. El símbolo de la marca, esa especie de M mágica, es en realidad una llave. Una que abre la puerta a un mundo lleno de aromas, emociones y cosas que no sabías que podías oler hasta que las oliste.
Liquides Imaginaires no es para cualquiera. Es para los que buscan más allá de lo evidente. Para quienes entienden que un perfume puede ser también un ritual, un escudo, una caricia o un recuerdo escondido. Un advertencia: una vez entras en su mundo… ya no hay vuelta atrás.