Jacques Briochin: Liquide Vaisselle & Main aux Algues Marines (Detergente lavavajillas)
7.90 € 5.90 €
OfertaContiene derivados de plantas naturales, y una buena dosis de Savon noir (jabón negro, desengrasante natural de la misma casa). Este líquido lavavajillas es muy fuerte con la grasa. Está formulado bajo control dermatológico, y también puede ser utilizado para lavarse las manos. Las algas marinas suavizan incluso las manos más secas. Su bomba es muy práctica y dispensa sólo la cantidad necesaria, sin residuos ¡y con ahorro!
Certificado Ecocert.
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Una dosis suficiente para platos sucios y dos dosis para platos muy sucios. Para ahorrar agua y energía mientras se lava de manera eficiente, sumerge los platos en vez de lavar con el grifo abierto, y recuerda que un lavado eficiente no requiere una gran cantidad de espuma.
Dispensador de 500ml. o Bolsa recargable de 500ml.
Aqua, sodium laureth sulfate, sodium lauryl sulfate, alkylpolyglucoside, cocamidopropyl betaine, alcohol, alkylpolyglucoside, sodium sulfate, linseed potassium salts, sodium oxide, fragrance, glycerin rosmarinus officinalis, potassium hydroxide, magnesium nitrate, trisodium alanine diacetate, methylchloroisothiazolinone, magnesium chloride, methylisothiazolinone, chondrus crispus extract, citric acid, potassium sorbate.
Un pequeño truquito: si no tienes quitamanchas a mano, reemplázalo con este lavavajillas. Cubre la mancha, frota la prenda y directamente a la lavadora, con ciclo de lavado habitual. ¡Tachán!
Corría el año 1919 por la Bretaña francesa cuando Renald Raoul, un comerciante de ceras, estrenaba título de padre y creaba la marca Le Briochin. Su hijo, Jacques Briochin, fue llamado así como los habitantes de Saint-Brieuc en Cotes d'Armor, donde viven y fabrican los productos.
En su taller, Renald Raoul creaba detergentes y productos de limpieza para profesionales: pintores, mecánicos, artesanos, etc. Algún tiempo después, el boca a boca les ayudó y sus productos superaron la frontera Bretona, reconocidos como los productos más efectivos.
Comenzando los años 90 y en respuesta a las peticiones de los clientes particulares, ampliaron su rango al público general. Fue entonces cuando el negocio Le Briochin pasó a llamarse Jacques Briochin. Los empresarios visionarios tuvieron entonces una idea: ¿qué pasaría si Jacques Briochin acompañara a los hombres y mujeres en sus hogares? Para ello, había que estar presente en hipermercados y supermercados. ¡Y lo hicieron!
Gracias a la lealtad de los consumidores, la familia se expandió. Ahora se compone de más de una veintena de productos que respetan y mantienen impecables todas las superficies y habitaciones de nuestras casas. Desde su comienzo ofrecen productos de alta calidad que demuestran su savoire-faire y su gran tradición en el negocio familiar, en el que ya llevan varios siglos de la historia francesa.